Sí que lo son, y si aún no lo son, pronto lo serán.
Si alguno los confronta y les pregunta si son novios, ellos no tardarán en negarlo todo e incluso expresarán desprecio por el otro. Quizá, en el fondo ni siquiera hayan terminado de aceptar sus sentimientos, o quizá, sea una fachada. Lo cierto es que ambos son más que amigos, o como mínimo, quieren serlo.
En los casos más cómicos, si a uno de los dos le preguntan por su no-pareja en cuestión, incluso si no es para preguntarle por su relación ni nada similar, este responderá a la defensiva negando que sean pareja. A veces el comentario inicial es tan inocente que el acusado se termina delatando solo. Algunos reconocerán que son amigos, que se visitan seguido, que se besaron, lo que sea, ¡pero jamás dirán que son novios!
Lo que sí está claro es que, sin excepción, mientras más se esfuercen en intentar negar sus sentimientos por la otra persona, más grande es la tensión sexual entre ambos, o quizá más grande es el ego o la obstinación.
Ejemplos:
- Adell y Rozalin, de Disgaea 2: Cursed Memories, actúan así prácticamente desde que empieza la historia hasta que termina. Al principio, los dos no paran de repetir que son enemigos, y que luego que termine su misión, no se volverán a ver. Más adelante, el resto del elenco empieza a cuestionar el hecho de que insistan tanto en decir que se odian. Por la mitad del juego, ya es bastante obvio que terminarán juntos. Curiosamente, la evolución de la relación se puede ver durante las batallas también. Si uno está al lado del otro, al principio del juego las probabilidades de que hagan un combo juntos es de cero por ciento, pero a medida que uno avanza, las probabilidades aumentan hasta llegar al cien por cien en el último capítulo.
