¿Cómo te sentaría quedar atrapado en otro mundo y separado para siempre de tu familia? ¿Y si te nombrasen después como El Elegido, con el destino entero del mundo en tus manos? ¿si los sirvientes del antagonista matasen, uno a uno, a tus valientes y fieles compañeros? ¿si el último superviviente resultara ser un espia y te entregase al enemigo? ¿Cómo te sentaría?
Si eres un personaje de ficción, la respuesta probablemente es Cinco minutos de tristeza, y después se me olvida. ¿Angustia? ¿Qué angustia?
Aquí el personaje tiene todo derecho a estar deprimido o Loco De Hachar, pero no lo está. No destaca su fortísimo carácter, como ocurre con El Estoico y Determinator, y no dicen No te atrevas a compadecerme. La vida sigue, sin más.
El mayor ejemplo es el género de aventuras para niños, cuyos jóvenes héroes rara vez pierden la cabeza cuando les toca pilotar un biplano en llamas por la boca de un tiranosaurio. O apenas se inmutan, o se lo pasan genial con la aventura. Niños como los lectores, niños de verdad, no reaccionarían así, pero a esos lectores no les divierte ver a gente como ellos meándose de miedo mientras sus vidas se caen a pedacitos, así que los niños de sus ficciones no hacen nada de eso. La trama muchas veces ayuda.
Pero no tiene por que ser historia de aventuras: ¿Angustia? ¿qué Angustia? aparece en cualquier género con suficiente sufrimiento (salvo aquellos como la telenovela en los que la angustia es moneda de cambio). Puede provocar visitas al Frigo Lógico, especialmente cuando el superviviente de cáncer y tiburones se echa a chillar porque alguien ha olvidado su cumpleaños.
Algunas historias emplean personajes que jamás muestran angustia pero claramente están viniéndose abajo desde dentro, porque su aparente normalidad no es más que una máscara. Otras, usando la "Ley de Desproporción de la Reacción", hacen que los personajes se pasen en su respuesta a cosillas de nada y ni se inmuten frente a problemas gordos, lo que demuestra que están completamente majaras.
Se puede usar este tropo con un Tono Humorístico.
En ciertos casos extremos tal vez sea verdad en televisión. Si estás luchando por tu vida no tienes tiempo ni de darte cuenta del horror que estás pasando... excepto si te das cuenta y el estrés o el trauma te destruyen. La falta de reacción es también un posible síntoma de depresión, esquizofrenia y similares problemas.
Ejemplos:
- Half-Life tiene a Gordon Freeman, un joven físico que nunca participo en combates antes del incidente de Black Mesa y después de eso, ha pasado casi una semana consecutiva luchando por su vida, con respiros que no duran más de una hora a la vez. Por supuesto, como es el personaje que controla el jugador, el jugador nunca llega a ver su reacción, pero en este punto, debería estar en una esquina en algún lugar traumado y cansado, no enfrentandose a las siguientes monstruosidad mortales de otros mundos o dimensiones.
