Dado que muy poca gente tiene los recursos y el tiempo para crear trabajos de entretenimiento por su cuenta y distribuirlos, la gran mayoría de estos terminan siendo producidos por corporaciones. Las mentes creativas, quienes crean las ideas y los diseños, suelen trabajar para alguien más, que invierte en su trabajo y se tiene que asegurar que su dinero esté bien invertido.
Y dado también que una inversión es un riesgo en sí mismo, muchos ejecutivos querrán que las decisiones creativas no sean lo suficientemente arriesgadas para que el proyecto no termine siendo un fracaso económico. Con esto en mente, es posible que estos fuercen decisiones como remover, cambiar, retomar o añadir cosas que los creadores originales no tenían en mente desde el principio.
Hay un asunto que puede traer problemas: un ejecutivo es un ejecutivo, y eso no siempre significa que este esté emparentado con su público o pueda entenderlos o identificarse con ellos; su conocimiento proviene generalmente de estudios de mercado, aunque por las limitaciones de este es posible que sus decisiones no terminen satisfaciendo tanto a su público objetivo.
¿Debemos preservar este personaje? ¿Esta vestimenta es muy controvertida? ¿Este añadido generará más ventas? ¿Hará mucho daño esta referencia religiosa? Las decisiones del ejecutivo siempre se basan en la rentabilidad del proyecto, y dependiendo del público al que este vaya orientado y sus preferencias, puede ser hasta contraproducente.
Independientemente de las connotaciones que tienen las metidas de mano de las corporaciones a los artistas, esto no es ni bueno ni malo. La intervención de un ejecutivo puede ser razonable y hasta mejorar la idea original que se había propuesto. Algunos casos podrían haber vendido mejor debido a esta influencia, aunque en otros casos puede terminar todo en un desastre.
Lo cierto es que también hay que tener en cuenta que los casos en los que un trabajo afectado por la intromisión ejecutiva suelen ser muy polémicos y terminan sonando por todos lados, mientras que los fracasos por culpa de un artista o un escritor pasan más desapercibidos. Así como hay buenos y malos dibujantes, actores, escritores y otros tipos de artistas, también existen directores buenos y malos. Todas las obras más o menos grandes son un trabajo en equipo, por lo que la responsabilidad no la suele tener uno y otro en su totalidad. Cada uno tiene sus roles, los cuales son fundamentales para llevar a cabo un proyecto grande, por lo que no hay que darle más mérito a uno o a otro ni caer en favoritismos absurdos.
Dada la controversia que hay con el tema, se pide discresión y sobre todo parcialidad a la hora de escribir un ejemplo.
Ejemplos:
- Uno de los ejemplos donde se ve una aversión a este tropo es Metroid: Other M: Yoshio Sakamoto, escritor y director del proyecto, recibió desde el principio carta blanca para desarrollar la historia como la había planificado. Nintendo nunca intervino, dio el tiempo que el director requirió, le cedió el presupuesto que este había solicitado, y aprobó la dirección creativa que el título había tomado. El resultado es el videojuego tal y como se le conoce al salir a la venta, y aún así fue muy mal recibido por los fans, al punto de casi aniquilar la franquicia. No era que Yoshio Sakamoto odiara la franquicia (había trabajado en la programación de Super Metroid, considerado el mejor juego de la franquicia), o que Nintendo no apoyara lo suficiente el desarrollo. Simplemente el libreto era malo.
- La historia de Team Bondi, y el desarrollo de su videojuego L.A. Noire se resume en las pobres decisiones de Sean McNamara, director del estudio. Sean McNamara en ocasiones actuó como un dictador, haciendo que sus empleados siguieran sus decisiones como él lo deseaba, haciendo micromanejos de cada uno de los departamentos que conformaban Team Bondi. Esto retrasaba constantemente la salida del juego y se corría el riesgo de que nunca viera la luz, hasta la llegada de Rockstar Games, quien interviene presionando aún más para cumplir con las fechas estipuladas, pero limitando la intervención de McNamara. Al final, el videojuego tuvo críticas moderadas dados los efectos visuales en los rostros de los personajes, pero con mecánicas de juego pobres que influyeron en sus ventas. Esto llevó al cierre por bancarrota de Team Bondi, pese a que si obtuvo buenos beneficios al salir al mercado.
- La pelicula anime El Viaje de Chihiro fue distribuida en Estados Unidos por Harvey Wenstein, quien antes de iniciar su distribución y venta, había solicitado varias ediciones para eliminar aproximadamente dos minutos de pelicula (lo que significaba eliminar las icónicas escenas pausadas del anime). En respuesta a esto, Hayao Miyazaki en persona viajó a Hollywood para reunirse con Wenstein, y le llevó de regalo una katana con un mensaje que decía "NO CUT". Wenstein comprendió el mensaje y distribuyó la película íntegra.
- Durante su época como Editor en Jefe de Marvel Comics, Joe Quesada había pasado por un divorcio dificil, y esto lo reflejó en su manejo del comic de Amazing Spider-Man, al anunciar a los libretistas que el matrimonio entre Mary Jane y Peter Parker ya no tenía sentido. Esto llevó a la creación de One More Day, uno de los comics más odiados por la fanaticada, donde se elimina el matrimonio de Peter y Mary Jane, además de hacer un retcon de toda la historia del matrimonio.
- Cuando Naoko Takeuchi se había quedado sin ideas para la creación de un nuevo manga, su editor Fumio Osano (conocido como OSA-P) sugirió una historia con una guerrera en traje de marinera (Aparentemente el tenía un fetiche con esos trajes, pero eso es debatible). Esto llevó a la creación de Codename: Sailor V. Luego Takeuchi reveló que tuvo varios debates con OSA-P sobre la longitud de la falda. OSA-P las quería más largas, pero Takeuchi prevaleció con las minifaldas que ostentan los personajes de Codename: Sailor V y Sailor Moon.
- Luego de ser completada la trilogía de Phoenix Wright: Ace Attorney, su creador, Shu Takumi, planeó crear una nueva historia en el mismo universo con distintos personajes, lo que dio origen a Apollo Justice: Ace Attorney. Sin embargo, los ejecutivos de Capcom exigieron que Phoenix Wright siguiera siendo protagonista de la serie debido a su elevada popularidad. Shu Takumi accedió, pero esto llevó a que los fans rechazaran a Apollo Justice al ser reducido a un secundario glorificado, mientras que Phoenix seguía siendo más relevante. Fue con la salida de Phoenix Wright: Ace Attorney — Dual Destinies que Shu Takumi pudo darle profundidad al personaje de Apollo, lo que finalmente le brindó popularidad equiparable a la de Phoenix.
