Algunos Videojuegos tienen un camino o una serie de misiones que se cumplen hasta dar con el Gran Villano, una Pelea Final contra este y una conclusión con la cual se podría dar el juego por terminado.
Otros juegos podrían no conformarse con crear una historia para que sea completada una vez y ya; ¿qué tal si existe un Final Alternativo que se obtiene cuando se consiguen todos los coleccionables, se completan hasta las tareas secundarias, se obtienen todos los secretos y el jugador no se deja nada?
—Una cosa es derrotar al jefe final, otra es la Completitud al 100%—
Este recurso hace que un juego sea rejugable y que valga la pena explorar cada uno de los rincones del o los mundos que los creadores construyeron. Al mismo tiempo, la experiencia para el jugador puede ser mucho más memorable, ya que en más de una ocasión tendrá que volver a los primeros niveles, los cuales habrá completado sin problemas, a realizar tareas que requieren de un gran dominio del juego o de aprovechar de los poderes y objetos que se consiguieron más adelante en a aventura.
Otro beneficio de esto es que resuelve el dilema de si crear un juego fácil para que sea accesible a todo tipo de público o satisfacer a esa parte más experimentada de los videojugadores que son más difíciles de sorprender y que buscan algo que les dé desafíos en los que tengan que explotar todos sus conocimientos de otros juegos. Si uno sabe lo justo y lo necesario para pasar el juego, uno podría conformarse con derrotar al jefe final y nos vemos; pero si uno es un obsesivo que quiere explotar cada juego al máximo, entonces conseguir el verdadero final es el objetivo a seguir.
Dentro de la narrativa, en estos casos lo más probable es que el final regular termine con una escena que da a entender que la aventura todavía no terminó mientras que el final del 100% sea la verdadera conclusión. Si el juego pertenece a una saga, casi siempre se tendrá en cuenta el final absoluto del 100% para continuar con la historia, por lo que haber jugado los juegos posteriores o haber llegado tarde a la “fiesta” podría desembocar en una Conclusión Anticipada.
La recompensa a veces podría no ser un final sino un objeto, un evento o un poder. En el primer caso, el objeto puede ser estético o algo impresionante; en el segundo, quizá se acceda a una escena de detrás de producción, una escena no canónica, una felicitación o un mensaje; en el tercero, bueno, no tiene mucho caso que se desbloqueen habilidades si ya no queda nada por recorrer, por lo que cae en la categoría de Impresionante Pero Ineficaz.
No confundirse con el “Fin del Juego” Alternativo que, irónicamente, no tiene que ver con ganar sino con perder.
Ejemplos:
- Super Mario 64 requiere 70 de las 120 estrellas para ganarle a Bowser por última vez y conseguir el final donde se rescata a la princesa Peach. Si algún loco se hace con las 120 estrellas, en el patio del castillo de Peach habrá un cañón con el que Mario podrá dispararse hasta el techo, donde hay un Yoshi y muchas vidas. Si uno obtiene esta escena, entonces ya se puede dar al juego por completado.
- The Binding of Isaac:
- El juego original tiene un logro llamado Dios Dorado, el cual se logra obteniendo todos los objetos del mismo durante las partidas.
- En Rebirth, el Dios de Platino se obtiene al derrotar los dos jefes del juego final, pero el Auténtico Dios de Platino está reservado a aquel que logre descubrir todos los objetos y secretos, una tarea mucho más ardua comparada a la del juego original. Hacer lo mismo en Afterbirth+ te da el logro 1001%, el cual te llama un "Nerd multiplicado por 1000000" por perder todo tu tiempo en el mismo.
- Afterbirth+ te premia con el logro de 1,000,000%. También hay un logro para completar llamado 3,000,000% (el cual se obtiene, básicamente, completando todas las ranuras de guardado al 1,000,000%), aunque no hay un logro por conseguirlo.
- Repentance continúa la Seria Escalada con el Dios Muerto, el cual se desbloquea al obtener todos los logros y objetos nuevos, teniendo en cuenta los anteriores logros y objetos.
