Cada personaje tiene como principal característica una personalidad o un carácter: uno es alegre, otro es frío, otro es burlón, otro es más grosero, otro es más intestable, tú lo entiendes. Algunos tienen una personalidad simple y unidimensional mientras que otros son más difíciles de predecir. Independientemente de su complejidad, lo coherente sería que cada personaje actúe en función a su carácter.
—En estos casos, esta regla se rompe—
Alguien que se preocupa por los demás podría dejar morir a otro sin razón aparente, un obseso de la justicia puede terminar perjudicando a alguien sin una justificación, o El Héroe, quien suele ser visto como un ejemplo a seguir, en una ocasión podría Disparar Al Perro.
Cuando alguien tiene su momento fuera de carácter, este actúa en contra de todo lo que se venía hablando o demostrando de él/ella, lo que da lugar a un momento desconcertante o incómodo por lo inesperado de su acción o decisión.
En algunos casos puede ser un desajuste temporal de una o dos escenas aunque otras veces puede tener un efecto a largo plazo y desembocar en un desarrollo de personaje. A veces puede tratarse de una Cualidad Oculta, como un personaje que por fuera es alegre y gentil pero que en situaciones límite demuestra ser más peligroso de lo que se esperaba. Quizá aquel que no le temía a nada encuentra algo que lo supera, puede que debido a un trauma o una mala experiencia.
Generalmente, esto se da porque algunas veces es difícil hacer funcionar un chiste, avanzar con la trama o crear un drama y al mismo tiempo hacer que todos los actores mantengan su personalidad asignada. Si el cambio es sutil y no dura mucho tiempo, podría pasar desapercibido y no ser tan disonante con el resto de la historia.
Compáralo con la Bola del Tonto, donde un personaje normalmente listo comete un error tras otro para hacer funcionar una escena humorística o dramática.
Ejemplos:
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