- “¿Ha perdido la razón? ¿Puede ver o está ciego? ¿Siquiera puede hablar? ¿O si se mueve, caerá?
¿...Está vivo o muerto? ¿Hay ideas en su cabeza? Solo pasaremos al lado suyo. ¡¿Por qué nos debería de importar?!”—Black Sabbath, “Iron Man”
Los ciudadanos en ficción pueden ser muy pesimistas o muy apáticos. O probablemente masoquistas.
Sin importar que un asteroide vaya a chocar con la Tierra, que un vampiro destruya las cosechas o que un payaso psicópata quiera conquistar al mundo, no les importa.
A más harán un comentario como: “¡Oh, mira qué roca tan grande hay allá arriba!” y el gobernador, presidente, rey probablemente no vaya a hacer más que pedirte ayuda. Tal vez podrás ir con el comerciante local y comprar cosas para salvarlos a todos, pero sin descuento porque Adam Smith Te Odia.
Esto es especialmente irritante en juegos como Crisis Core, donde parece que todo ciudadano se entera de los eventos del mundo antes que lo sepa tu equipo. Y siguen rehusándose a hacer algo al respecto, confiando que todo se arreglara solo.
En una película donde las ciudades son destruidas, este tropo es tan frecuente como los mismos desastres. Sin importar cuántas advertencias tenga el pueblo, o que haya grandes fisuras en la calle por días o algunas naves espaciales gigantes en el cielo, siempre hay una gran cantidad de gente que está ahí para mirar sorprendidos antes de ser desintegrados.
Ejemplos:
Literatura- En el libro It, toda la población de Derry sufre de desapariciones de niños cada 27 años, y aunque esto genera consternación en toda la gente, aún llevan sus vidas lo más normal posible. Es por eso que el Club de los Perdedores suele juntarse y jugar todos los días pese a la amenaza del asesino de niños que ronda la ciudad sin que los padres muestren mucha preocupación. Aunque esto es una subversión, dado que es debido a la influencia negativa que ejerce Pennywise en todo el pueblo.
Videojuegos
- Los habitantes de Termina en The Legend Of Zelda: Majoras Mask viven un estado de negación constante al ver cómo la luna se acerca a la Tierra, y continúan preparando el Festival del Tiempo. Solo cuando ven que la luna está a punto de hacer contacto es que la mayoría de los habitantes de Clock Town ya han abandonado la ciudad, y sin embargo algunos pocos ciudadanos se quedan a esperar el inevitable final, tratando de llevar la vida como lo han hecho hasta entonces.
