El escenario donde transcurre una escena puede portar un poderoso mensaje acerca del ambiente, el tono y los ánimos de esta. Muchas veces se puede dar más tensión, emotividad, alegría, tristeza o desolación alterando uno de los elementos más imprescindibles que tiene el ambiente: el clima.
El entorno empático se encarga de cambiar su estado meteorológico para acompañar la escena que se está dando: si hay un funeral o un evento trágico, o lloverá o como mínimo el sol quedará cubierno de nubarrones y el cielo se pondrá gris; si se viene una persecusión, un enfrentamiento o hay que ingresar a un lugar escabroso, casi siempre habrá truenos de todo tipo que lo alumbren todo por un breve instante; si los héroes vencieron después de una batalla épica, el viento soplará para levantarles el cabello (incluso si están en un interior); si hay una escena romántica, no es casualidad que el ambiente esté completamente lleno de flores.
Eso sí, cuando todo se termine, el clima volverá a su estado templado y soleado, la tormenta pasará, las nubes despejarán el cielo y el viento se tranquilizará (si es todo al mismo tiempo, mejor).
La luna en sí misma es más ambivalente, ya que dependiendo de su color, su tamaño y su aspecto podría crear un ambiente distinto. Esta va desde misterio e inquietud hasta la más absoluta paz y calma.
Si un lugar es hostil, su atmósfera parecerá nunca conocer el sol y el calor, ya que siempre estará lloviendo o tronando. En este caso, su vegetación también acompañará; los árboles estarán todos secos y con ramas puntuagudas, el suelo estará lleno de hierba alta y seca (o solo habrá tierra), y probablemente esté lleno de hongos con colores... poco amigables.
Una forma muy común de cerrar historias es con uno o varios personajes caminando de forma victoriosa hacia un ocaso o un cielo completamente soleado en la que, visto desde atrás, solo se puede apreciar su silueta.
En tramas que involucran un viaje largo o videojuegos que involucran distintos niveles o áreas, muchas veces habrá partes que tengan un Clima Permanente, es decir, siempre lloverá, tronará o estará completamente soleado depentiendo de ánimo que le quieran atribuir.
Las historietas humorísticas tienen la costumbre de expresar las emociones de los personajes de formas creativas. Una de estas es poner una nube que llueva sobre un personaje triste.
Ejemplos:
- Bleach prácticamente está hecho a partir de este tropo. Tanto es así que la lluvia se volvió una parte esencial del fandom.
- En el episodio 8 de Tengen Toppa Gurren Lagann, comienza a llover cuando Kamina muere. Llovió durante siete días seguidos, y se detuvo solo cuando Simon se encontró con Nia.
- El capítulo 6 de Felidae comienza con una lluvia torrencial acompañada por una fuerte tormenta. En este capítulo, Francis se encuentra con el diario del doctor Preterius y lo que leyó a continuación lo dejó helado: el diario contenía la historia de Claudandus, el gato, quien fue uno de los conejillos de indias del laboratorio del doctor, donde fue abierto y cerrado una y otra vez, a veces sin anestesia.
- El valle de Bowser, último mundo de Super Mario World, tiene un cielo completamente negro y cada unos segundos aparece un relámpago que deja ver por un momento a Bowser subido a su nave. No importa que el lugar se ubique dentro de una cueva, sirve muy bien para ambientar el clímax de la aventura.
